La interculturalidad es la interacción entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico. Esto supone que ninguno de los conjuntos se encuentra por encima de otro, una condición que favorece la integración y la convivencia armónica de todos los individuos.

Son dos de los valores más importantes para la convivencia social y humana.

El respeto hacia alguien es reconocer al otro como una persona válida esté en la posición que esté.

La tolerancia significa reconocer que todos somos diferentes y aunque no compartimos las mismas opiniones, no hay juicios ni culpas. En cambio, se debe respetar el espacio de libertad para cada punto de vista, raza, cultura, condición social, pensamiento...

Es un valor que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir y de colaborar para su satisfacción.

Es un valor social ligado al compromiso. Es la capacidad de reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente que debería garantizar el cumplimiento de un compromisos adquiridos y generar confianza y tranquilidad entre las personas.